Cuidar de un ser querido…
Cuidar de un ser querido es un acto de amor. A veces, la mejor forma de demostrarlo es dar un paso valiente y pedir ayuda. Porque tomar decisiones para el bienestar de todos es un acto de responsabilidad.
En Residència Sant Jordi brindamos ese apoyo a las familias. Un lugar con un entorno adaptado, ambiente familiar y un equipo cercano, que te permite seguir cuidando de los que más quieres de otra manera.
Porque cuidar no significa hacerlo todo solo. Y cuando se trata de calidad de vida, elegir el lugar adecuado tiene un valor incalculable.
¿Te empiezas a informar?
No puedes anticipar cada paso, pero informarte con tiempo te permite tomar decisiones de forma más tranquila. Empezar a explorar las alternativas puede marcar la diferencia cuando llegue el momento. Aquí encontrarás lo que necesitas saber sobre nuestra residencia, y nuestro equipo está listo para resolver las dudas.
Un hogar para seguir viviendo
Estar cerca de ellos, aunque no siempre estés presente, es lo que más importa. Por eso, en Residencia Sant Jordi mantenemos a las familias siempre informadas, con citas accesibles online y una comunicación constante. No importa desde dónde, estarás al tanto de su bienestar y formarás parte activa de su historia.
Atención integral
Gestos que cuidan, profesionales que acompañan
Si tienes preguntas o necesitas hablar con nosotros, no dudes en contactar. Te escuchamos.
Encontrar el lugar adecuado es una decisión difícil
Pero nuestras familias ya lo han vivido
Sabemos que decidir dónde estarán mejor no es fácil, pero escuchar las experiencias de quienes ya han vivido este capítulo de su vida puede ayudarte. Ellos han confiado en nosotros, y nos motiva verlos tranquilos con su elección.
Un lugar muy acogedor y un ambiente muy familiar. Mi madre está ingresada desde hace bastante tiempo en esta residencia y estoy muy contenta con el trato recibido. Destacar el gran trabajo que desempeñan todo el equipo del centro; cuidadores, terapeutas y dirección. El trato es muy humano, cercano y profesional. Siempre a total disposición del ingresado y de la familia.
Mi Madre lleva dos años en la residencia Sant Jordi. Entró en un estado muy avanzado de demencia y cada día estoy más contenta de haber elegido este centro. El personal en general, no puede ser más cariñoso, atento, cercano y profesional. Un centro amplio, luminoso, limpio, ordenado y sobre todo transparente para los familiares, a los que no se nos pone ninguna traba para absolutamente nada.